En nuestro país hay muy pocas experiencias en diseño y construcción de automóviles, no hemos tenido alguien de la talla del brasileño Joao Agusto Conrado do Amaral Gurgel, ni mucho menos un refinado Luigi Segre de Karmann. Tribumotor te presenta este casi desconocido y quizás el único concept car de nivel internacional construido en el país. El genio detrás de este proyecto es Xavier Terán Vásconez, un visionario ecuatoriano que desde que tenía 10 años no ha dejado de sorprender a propios y extraños con sus inventos y diseños automotrices.
“Desde niño me fascinaban los autos, siempre me atrajo la posibilidad de construirlos. Hacía dibujos de autos todo el tiempo y un día le fastidié a mi papá tanto para que me compre madera, para fabricar uno que al final lo conseguí, yo tendría 9 o 10 años. Un carpintero me hizo los ejes de madera y yo le construí la carrocería. Luego de eso ya en Navidad no me daban juguetes, yo pedía que me den herramientas” Nos cuenta con nostalgia Xavier.
Así es como empezó esta aventura. Por increíble que parezca Xavier no tiene un título o estudios formales en mecánica, ni ingeniería. Estudió Derecho, tiene una especialidad en seguros y otra en finanzas, durante 25 años se dedicó a su broker de seguros. Hoy por hoy está estudiando arte figurativo en Barcelona. No parecería tener el perfil de un diseñador y constructor, sin embargo, siempre y a la par durante toda su vida estuvo diseñando y luego construyendo prototipos. “No tengo formación en mecánica, pero es una necesidad y una manía mía de diseñar cosas, construirlas y verlas concretadas. La problemática de hacer un auto es muy compleja. Es muy difícil tratar de encajar todo y ensamblarlo pensando siempre en la funcionalidad. El problema que siempre tuve es que no existía nadie en Quito a quién pedirle asesoría para construir un auto desde cero. Yo les explicaba a los mecánicos y maestros lo que quería hacer, nadie entendía lo que les decía, así que decidí hacerlo yo mismo” – confiesa Xavier.
Así es como Xavier durante años se fue preparando para conseguir sus objetivos, en la epoca del colegio, trabajó en los tiempos libres en la fábrica de un cuñado que tiene una metalmecánica y ahí aprendió a tornear, soldar metal, y todo lo que necesitaba para construir un auto. Luego, cuando empezó sus proyectos más formales se encontró con que los talleres de fibra de vidrio del país no cumplían los estándares que necesitaba. Así que decidió prepararse y aprender cómo elaborar modelos, moldes y partes en fibra.
En Ecuador existe mucho desconocimiento, prejuicios e ignorancia respecto al uso de la fibra. Pocos son los que comprenden que a lo largo de la historia del automovilismo la fibra de vidrio ha sido utilizada por constructores de serie al rededor del mundo y que hacerlo bien es un arte. Están los legendarios: Alfa Romeo Navajo, Corvettes inclusive el C2 StingRay, splitwindow, Ferrari 308GTB, Lotus Eclat/Elan/Esprit S1, VwPuma, el cotizadísimo Glasspar (que lleva implícito en su nombre por la fibra de vidrio), entre otros.
Xavier nos explica que la fibra de vidrio bien hecha cumple el mismo papel que el cemento y las varillas de metal en el cemento armado. Las microscópicas fibras son como el metal y la resina es como el cemento, elementos que dan resistencia y flexibilidad a la construcción. La clave son los componentes de la fibra. En los talleres del Ecuador para abaratar costos mezclan con un químico que daña la mezcla y cuando se aplica es como poner mucha arena al cemento. Estos químicos son solubles al agua así que cuando se somete la fibra a humedad se descompone. Una pieza de fibra bien hecha puede estar al intemperie por años y no se descompone porque es plástico. Así que yo desarrollé mi propia técnica, mi propio sistema de producción.” nos cuenta Xavier.
Para el año 96 Xavier ya había hecho sus primeros planos detallados y fabricó su primer auto. Existieron varios prototipos uno de los más destacados es el X3 (en una próxima edición de Tribumotor lo podremos conocer) El resultado es impresionante.
Xavier nos cuenta que este tipo de proyectos se inician en la mesa de dibujo y se requiere conocimiento de dibujo técnico.
Volviendo al X4, este tiene como base un VW escarabajo, se cambiaron ciertas cosas como pedaleras, la palanca de cambios que están más atrás. El cableado, piso, freno de mano, consola, tablero, parabrisas, asientos y todo lo demás es diseño original, lo que se conserva del escarabajo es la dirección, chasís, suspensión y motor. “Saqué incluso todo el piso del escarabajo e hice un subchasis que se une a la carrocería. Los planos hago como cualquier otro auto que he diseñado, bocetos, luego hago dibujo a escala 1/5, hago una maqueta física de piezas y partes. Las piezas quedan al milímetro.” nos explica Xavier.
El resultado habla por sí solo. Durante la sesión de fotos el auto luce impecable hasta en el más mínimo detalle y es muy difícil imaginar que la prolijidad del diseño y la construcción salieron de la tenacidad y visión de una sola persona. El diseño se siente industrial e incluso futurista (considerando se lo fabricó hace casi 10 años)
Para hacer el auto se construyeron 28 moldes que se usaron. “Cuando fabricas un auto tienes que mantener mucha prolijidad porque el auto tiene que poder ser desarmado para reparar o dar mantenimiento. El molde es el trabajo más importante. Un molde de una pieza puede demorarte un mes en hacer trabajando todos los días 8 horas diarias. Yo tuve 2 obreros bajo mi supervisión trabajando 8 horas durante 4 años trabajando en este proyecto en un taller que abrí para la construcción del X4”.
El auto no tiene semejanza intencional con ningún otro auto. La cabina por ejemplo es un semicírculo y tiene una línea recta en el parabrisas. “Lo hice así pensando en temas de seguridad para que no existan elementos frente a la persona en caso de colisión. Estudie temas de aerodinámica, ángulos de cabina trasera en 15 grados, corte de la cola a 90 grados para impedir que el flujo de aire se retenga. El auto al ser de alguna forma una inspiración del escarabajo, conserva la forma de los guardafangos y faros frontales y traseros.” nos cuenta orgulloso Xavier.
Este excepcional proyecto se construyó entre 2005 y 2009 y lleva un motor 1600cc.
Cuando le preguntamos a Xavier por su próximo proyecto nos dice entusiasmado que ya está empezado: “El chasis perfecto es el chasis tubular, el auto perfecto tiene motor central. El proyecto nuevo, el XTV X5 es eso: motor central y chasis tubular. Mi idea es conseguir una distancia menor entre ejes y a 10 cm del piso. La idea es meter un motor de más de unos 150 caballos con peso un total de máximo 500 kilos. Frenos de Porsche y caja de piñón y cremallera. La idea es, si hay un buen resultado, fabricar el auto en serie.
Cuando Xavier nos explica su idea de trabajar un mini super auto de serie ecuatoriano suena casi imposible. Pero enseguida nos damos cuenta que no se trata de cualquier persona y que es muy probable que pronto lo veamos rodando y compitiendo. “No quiero un auto que llegue a 250 km/h, pero si un auto que de 0 a 100 supere a cualquiera en esa categoría, esa es la meta. Con Luis Najera (experto carrocero ecuatoriano) conversábamos ya para hacer las pruebas de resistencia técnicas probadas y el proyecto es muy viable.” nos cuenta Xavier entusiasmado.
Un auto impresionante para quien tiene los elementos y el juicio para valorar desde el conocimiento automotriz un buen trabajo. Un reportaje muy especial del que Tribumotor se siente muy honrado de poder presentar. Un auto de calidad hecho en el país y que merecía estar en Tribumotor contenido automotriz 100% producido en Ecuador.