Un Rat Rod es una manifestación contracultural que rompe todos los esquemas estéticos y mecánicos establecidos por el mundo automotriz tradicional. Es un tipo de auto contestatario que se contrapone a los artilugios costosos, los acabados impecables y brillantes de un hot rod clásico. El aspecto de un Rat rod es agresivo, áspero y luce mas bien como un objeto a medio terminar.
Tribumotor invitó a Fabián Jimenez para que nos cuente más sobre su impactante Rat Rod Ford Tudor 1934, construido 100% en Ecuador en los talleres Sport Series de Quito.
Fabián ha trabajado durante décadas junto a su padre en la restauración de autos clásicos especialmente Jeeps y autos americanos. Construir un hot rod no estaba en sus planes, pero un día encontró esta hermosa carrocería y empezó a estudiar sus posibilidades. Pronto empezó a volverse un sueño personal. “Las latas estaban destrozadas cuando lo compramos pero enseguida le ví potencial a la carrocería. Luego, en una segunda etapa conseguimos un chasis que se podía adaptar al proyecto. La verdad yo siempre pensé que por ser un restaurador de autos clásicos todo auto que haría debía quedar con la lata reluciente y como nueva, pero finalmente me decidí por hacerlo Rat, me encantó la idea y ahí empezó todo”. -nos cuenta.
Fabián nunca elaboró un boceto mecánico o un plano de diseño, sino que fue construyendo y modificando sobre la marcha siguiendo sus instintos y experiencia. “En la carrocería bajé el techo 20cm y decidí dejar a la vista soldaduras y pequeñas rugosidades originales del metal”.- dice orgulloso.
Consiguió posteriormente un poderoso motor v8 de 5.7 litros y se fabricó un frente inspirado en el Tudor original. Se diseñaron y fabricaron headers personalizados totalmente funcionales, pero vistosos. “La idea era simular alas frontales para decorar la posición que tiene un V8 de estas características. Los escapes son originales de un Corvette, los instrumentos y velocímetro son de un ford de 1929 que conseguí acoplarlos y volverlos funcionales. El reloj lo consiguió mi hermano en un show de autos en el exterior, los espejos pertenecían a una moto, los aros antiguos traseros son únicos y de 15 pulgadas American Racing”
Además, para mejorar la estabilidad del auto, se colocó una barra de tiro en la parte trasera que sujeta el ancla de un tractor Caterpillar antiguo, que es un elemento que destaca la robustez y la rebeldía del diseño.
Aunque se trata de un Rat Rod. los interiores rojos en cuero están perfectamente acoplados al concepto, otorgándole al auto un toque de muscle car clásico y al mismo tiempo lo vuelven muy acogedor. Tanto en el exterior del auto, como dentro de la cabina, es evidente la solidez en la construcción y ensamblaje de todas sus partes. Todo el proyecto se siente sólido y muy bien acoplado.
Las puertas que se abren sobre las bisagras contrarias son un detalle original del Ford Tudor que hacen de la experiencia interior aún mas interesante.
Este original proyecto ecuatoriano tomó 6 años de trabajo, desde 2010 hasta 2016. Y responde a un anhelo personal de Fabian y de su padre de proponerse retos
“Hay una frase que llevo bien grabada y que pertenece a mi padre y es esta: si vas a tener un carro viejo, debe estar en perfecto estado o sino déjalo.”… “y es así, yo con mi carro viejo me voy donde yo quiera. Si quiero hoy cojo el auto y me voy a la playa o donde quiera.”
“Las reacciones de la gente en la calle , que te piden una foto, que te saludan, me recuerdan que todo esfuerzo valió la pena, que valió cada sacrificio y que vale cada centavo invertido”
Un auto excepcional que merecía estar en esta nueva entrega de Tribumotor. Una historia de constancia y capacidad que nos cuenta que es posible construir un Rat Rod de calidad en el Ecuador. Si lo ven por la calle tengan cuidado porque esta Rata Muerde!
Tribumotor, 100% producido en Ecuador.