La cultura japonesa de los autos modificados es sin duda fascinante. No solo ha influido en el diseño automotriz contemporáneo, en el cine y en la ingeniería, además ha despertado al rededor del mundo una cultura automotriz de rasgos muy particulares. Tribumotor invitó esta semana a Juan Pablo Carrera de Carrera Autos para que nos cuente la historia de su Toyota GT86.
Juan Pablo nos comenta que la atracción por este auto nació desde el primer momento en que se enteró que Subaru y Toyota se habían juntado y estaban planeando revivir una configuración de auto japonés que fue tan popular en los años 80s y 90s: motor delantero y tracción trasera y que se encontraban especialmente en autos populares como los Corolla y los Celica.
“En mi caso no fue el tema del drift particularmente lo que me atrajo. Tenemos en la familia un Corolla AE86 y en realidad queríamos seguir la tradición. Mas bien, es lo que representa. Es un auto de nostalgia aunque sea nuevo tiene una historia y ese aire del pasado.”
“En un viaje a Japón me dí cuenta de las posibilidades de modificación y prestaciones que tenía el GT86 y me encantó. La primera vez que vi uno con el kit Rocket Bunny con mi padre, pensamos que teníamos que hacer uno en el país. Empezaba para entonces esta moda de los over fenders en Japón, así que cuando regresamos del viaje nos quedamos con esas ganas de construir uno pronto.”
El kit Rocket Bunny es obra del diseñador Kei Miura que con sus diseños ha revolucionado la estética de los autos de calle íconos de Japón. Modelos como el Datsun 240z, Nissan GTR, Nissan 350z, Nissan Silvia, Mazda RX7, Toyota GT86, entre otros, alcanzan un nivel estético impresionante.
Instalar el kit no es cosa fácil, nos dice Juan Pablo. Para ello se requiere mucho trabajo. “Para colocar el kit se tiene que cortar la carrocería, delantera y trasera y claro modificar la suspensión. Cuando lo hicimos colocamos unos coilovers HKS japoneses, para que quede con el stance (postura que tiene la suspensión) que tiene hoy”.
Los aros son parte del kit original con el que se presento el kit Rocket Bunny, y fueron diseñados específicamente para hacer juego en este auto.
“Siempre que preparamos un carro, lo normal es primero hacer el motor antes que lo estético. En este auto hicimos al contrario. Primero lo estético y la suspensión. Ahora vamos a empezar a modificar el motor. La idea original que teníamos era poner un supercargador, pero luego de investigar, decidimos que lo mejor es colocar un turbo sin exagerar presión. Queremos que llegue a 300 caballos, algo similar a un subaru impreza sti o un lancer evolution.”—nos cuenta Juan Pablo. El auto originalmente viene con un motor Boxer 2.0cc de 4 cilindros, VVTI y caja de 6 velocidades.
Juan Pablo nos cuenta que es un auto divertido de manejar. Si bien no es un auto con mucho caballaje aún en su versión estándar es un auto que se lo siente sólidamente construido y que permite disfrutar de la conducción deportiva y de calle sobre todo a altas revoluciones.
Definitivamente este Toyota es una pieza única de diseño en nuestro medio. Fue increíble ver la admiración que produce en la calle. Para Tribumotor fue una experiencia muy especial el traslado a la locación para la sesión fotográfica. Muchos peatones corrían hasta el semáforo para tomarle una fotografía. Los conductores en el tráfico sacaban sus teléfonos y no perdían la oportunidad de llevarse un recuerdo. Ya en la locación, en una calle escondida y vacía en el norte de Quito, fueron apareciendo curiosos y una gran cantidad de gente se acercaba a contemplarlo. No es broma, ni exageración: hubo gente que salía hasta de los techos. (foto)
Finalmente de eso se trata Tribumotor, de compartir y llevar a todos los fanáticos de los autos la pasión y la afición del mundo automotor. Los autos mas hermosos de nuestro país con contenidos y fotografías originales 100% ecuatorianos.