Tribumotor te presenta un auto con tanta historia como esteroides. Una máquina que no nació castrada por los altos costos de la gasolina y en una época en la que los diseñadores se esmeraban por crear obras de diseño y culto a la personalidad. Todos querían en esa época el hermoso Pontiac de los más duros de la Tv y el cine: James Garner y Burt Reynolds. Te invitamos a conocer la historia de este TransAm que estuvo a punto de terminar como chatarra en un basurero y que gracias a la paciencia, constancia y buen gusto de su dueño hoy brilla como lo que fue concebido: una bala de plata.
Este fabuloso TransAm de 1976 estuvo a punto de dejar este mundo tal y como nos cuenta José Antonio Mateus. “Al auto yo le conocí en un taller hace cerca de 20 años. Había tenido un choque frontal y estaba descuadrado todo el frente. Le estaban tratando de reconstruir artesanalmente en ese taller pero el auto no se veía nada bien. En ese momento me dio pena pero nunca me imagine que la vida da vueltas y que iba a terminar en mis manos. Un amigo lo compró algún tiempo después pensando que era un Camaro y lo quiso reconstruir pero al final se decepciono, vio que era demasiado trabajo y lo abandonó. Le sacó muchas partes y pasado un tiempo un día me llamó y me dijo que lo iban a tirar a la basura. Me dio pena que el auto se pierda, fui a recogerlo y me lo llevé. Me lo regalaron!” Nos comenta su propietario.
El salvataje de un auto es un asunto mayor y no está recetado para quienes no tienen los nervios y la paciencia bien templada. Basta hablar 10 minutos con José Antonio para saber que es un fierrero de verdad. El nos comenta: “Creo que hay dos tipos de aficionados a los autos antiguos: aquellos que buscan un carro que este bien conservado funcionando bien y que pagan una buena cantidad de dinero. Y también existimos los del otro grupo, de los que nos gustan los proyectos difíciles y armar a tu gusto un auto hasta lograr el resultado deseado.”
Su propietario nos cuenta que lo más difícil del proceso fue que el auto estaba incompleto y conseguir las partes en el país es un proceso largo y complicado: “no es cuestión de hacer click en internet y traer, ni como en los shows de tv que arman un auto en pocas semanas o días. Hay muchas cosas que hacer: buscar localmente, deshuesaderos , etc y uno tiene mucha incertidumbre”. – nos cuenta.
“Yo siempre quise un auto que se pueda disfrutar para la carretera y que además sea muy potente. Con esfuerzo y paciencia el resultado final es muy cercano y parecido a lo que pensé. Fue un proceso largo desde 2009 hasta 2011 en que logre hacerlo rodar, pero cada año lo fui mejorando y todavía mucho se ha seguido haciendo. Incluso hoy hay cosas que sigo trabajando y mejorando.”
Al no tener el motor original José Antonio optó por convertirlo en un super monstruo. Hoy tiene un motor Chevrolet 454, al que luego le hicieron un stroker a 496, es decir, hoy por hoy tiene una garganta de 8125 centímetros cúbicos. Esta bestia tiene cabezote de altoflujo, inyección electrónica, multiple de alto flujo, headers a medida. Su potencia estimada a nivel del mar es de 700 caballos.
La caja es una Borg Warner que venía originalmente de fábrica en camaro corvettes y trans am de la epoca. El diferencial con autoblocante GM 8.5, cardán de aluminio.
Tiene suspensión stock en tren delantero con pequeñas modificaciones:bujes de poliuretano y barra estabilizadora mas gruesa. En tren posterior la suspensión fue totalmente modificada, se sacaron las ballestas y ahora tiene kit Four Link con coilovers.
En cuanto a frenos tiene adelante discos de 13 pulgadas y mordazas willwood de 4 pistones y atrás discos de 11 pulgadas con mordazas de un pistón que hacen el balance perfecto entre tren delantero y posterior.
José Antonio nos cuenta que ha corrido el 1/4 de milla en varias ocasiones y que el auto anda lo suficientemente bien como para poder estar en el grupo de los mas rápidos a nivel nacional.
Este TransAm es un auto que roba miradas, parece un torpedo listo para destrozar a quien se ponga al frente. “La gente en la calle me hace pulgares arriba y gracias al auto uno conoce a mucha gente aficionada a los autos, es muy gratificante. Este es un fierro fierro, no tienes asistencias electrónicas, eres la máquina y tú. Tampoco es un auto muy fácil de manejar. Tiene mucha potencia y hay que tener algo de experiencia y conocerlo bien para no cometer errores que puedan terminar en accidentes. Es grosero, es tosco. no es dócil.” nos cuenta orgulloso.
Esta bala de plata es una clara muestra del amor por los autos. Donde algunos solo vieron un auto inservible y basura, este visionario construyó un auto que quita el aliento. Una máquina que merecía estar en esta nueva entrega de Tribumotor dónde solo los mejores fierros y las mejores historias encuentran vitrina. Tribumotor, contenido automotriz 100% producido en Ecuador.