A finales de los años 60s los Mini Cooper S dominaban la escena del automovilismo en su categoría hasta que aparece el Hillman Imp Rallye, un auto fabricado por la empresa inlglesa Rootes. Los Hillman Imp fueron pensados para entrar en franca competencia en el segmento del Austin Mini. Así es como emerge el Hillman imp 875 para hacer competencia al Mini 850 y luego tras la llegada del Mini Cooper S, Hillman saca el Imp Rallye 998.
Al Ecuador llegan en 1967 3 Hillman Imp Rallye traídos por Automotores Andina. Uno es adquirido por los hermanos Pérez, otro lo compra Guillermo Tobar y otro Fernando Guarderas (todos ellos grandes corredores de la época).
Tribumotor te trae en exclusiva esta historia llena de fascinantes anécdotas y emotivos recuerdos. Quizás uno de los autos mas importantes del país por su impresionante acervo y su original estado de conservación. Alfonso Darquea su actual propietario nos narra esta emotiva historia.
“Los Perez me venden mi primer Hillman y le hago una preparación con Roger Nathan, uno de los mejores preparadores de Inglaterra. Con ese auto gané el Campeonato Nacional de Automovilismo en 1969. El auto que era de Tobar nunca se preparó y el de Guarderas lo compró el expresidente Rodrigo Borja Cevallos. El auto de Rodrigo participó en las 6 horas Bolivarianas en 1967 con Andrés Vallejo. Yo vendí mi primer Hillman y le compré pocos años después a Rodrigo Borja su Hillman” -nos cuenta.
Una vez en manos de Alfonso Darquea el carro es preparado con otro experto ingeniero inglés el famoso George Hartwell. Se logra mejorar tremendamente el motor y el auto se vuelve imbatible y gana el Campeonato nacional de Automovilismo en 1973.
FOTO DE ARCHIVO . ALFONSO DARQUEA*
“Este Imp es un auto excepcional. Lo interesante de esas competencias era que a veces se corría en ruta y otras veces en pista. Eran 10 validas y cada provincia organizaba la competencia como podía. Las competencias en esa época tenían etapas larguísimas como por ejemplo: Quito-Latacunga-Ambato o Riobamba-Cuenca. Salinas-Guayaquil-Quito. Eran competiciones de 6-7 horas sin neutralizaciones. Eran verdaderas pruebas para cualquier auto y piloto” -nos comenta Alfonso.
El Hillman Imp Rallye era un auto muy avanzado para la época: llevaba árbol de levas a la cabeza, no tenía empaque de cabezote sino o-rings en cada pistón para ganar compresión. Los Imp Rallye venían preparados standard con suspensión de carreras, frenos mejorados, relaciones de caja mas cerradas, aros especiales mini lite, el motor venía potenciado a 64 caballos, radiador de aceite, embrague de competencia tablero e instrumentos de rally. Con la preparación que hizo Hartwell en este Hillman Imp se alcanzaron los 100hp.
“Cuando llegaron estos autos al país, me parecieron muy hermosos y diferentes al mini de entonces. Yo corría también con mini pero cuando ví la preparación del Hillman y las posibilidades que tenían me encantaron. Este auto siempre fue superior al Mini Cooper S y sobre todo con la preparación Hartwell fue imbatible en el país. El Mini además tenía tracción delantera, el Hillman posterior y por eso el manejo era totalmente diferente. Manejarlo es como manejar un gokart, es como un porsche pequeño” -concluye.
Pero la historia se pone increíble cuando Alfonso nos comenta lo que pasó después. Todo auto tiene una historia y esta es una de las historias mas valiosas que se conocen en el país.
Luego de ganar el campeonato en 1973 el auto es vendido a Marcelo Arteaga y con los años desapareció de la escena automovilística nacional. A inicios del 2000 se condecora a Alfonso Darquea como el piloto del siglo en el Ecuador y él se empeña por recuperar algunos de los autos con los que corría. En ese momento ocurre lo impensable.
“En el año 2000 fuimos a Europa con mis hijos y mientas estábamos en Londres compré una revista de autos y aparecía ahí entre los anuncios clasificados un Hillman Imp Rallye y les digo a mis hijos que quiero mostrarles ese auto en el que su papá corría y que ellos no conocieron. Increíblemente al llegar descubrimos que era mi auto, el Hillman con el que corrió Rodrigo Borja y el mismo con el que yo gané el Campeonato Nacional”. nos cuenta Alfonso muy emocionado.
El auto increíblemente llegó a Inglaterra no se sabe cuándo, ni cómo. Las fábricas suelen comprar estos autos para su colección privada y es de suponer entonces que eso ocurrió ya que el Imp llegó a su cuna en Rootes para ser rearmado y restaurado totalmente por el fabricante.
Es así como este maravilloso Hillman volvió expatriado a la tierra que le hizo ganador y a donde siempre perteneció. A las rutas donde fue ovacionado y a las manos de Alfonso Darquea el piloto que le hizo brillar. Regresó para quedarse!
En Inglaterra fue adaptada la dirección al lado derecho, así que volvió al país con esa modificación propia de los autos de Reino Unido y así es como se conserva.
Este maravillosa máquina con una historia tan excepcional merecía estar en Tribumotor contenido 100% producido en Ecuador. Prueba de que el automovilismo está grabado en el ADN de nuestra gente. Historias escondidas que salen a la luz solo para recordarnos que no importa la época ni la generación, todo auto tiene una historia.