Tribumotor te invita a conocer este hermosisimo Turismo Veloce único en el país y que además de ser una máquina poseedora del toque mágico del diseñador Pininfarina, tiene una historia que todos quisiéramos vivir: un hallazgo irrepetible.
Primero un poco de historia: este hermoso auto en su versión coupé hizo su aparición por primera vez en 1953 en el Paris Motorshow y causó sensación entre los aficionados que buscaban deportivos audaces y elegantes. Poco después se presentó la versión Transformabile (cabrio) que se volvió muy popular en Estados Unidos. Esta versión con 1100 centímetros cúbicos y palanca de cambios en la columna de dirección fue una versión previa al 1200. De este fabuloso Fiat 1100 TV Transformable se fabricaron solamente 571 unidades entre los años de 1954 y 1955. Y sí, uno de esos pocos autos sobrevivió y está en Ecuador.
Su actual propietario nos cuenta que cuando era muy pequeño una vez un amigo de su padre llegó a recogerlo a casa en un convertible mg y quedó deslumbrado y desde entonces se volvió un sueño a cumplir: tener un convertible de esa época. Durante muchos años Juan Carlos Córdoba buscaba el auto de sus sueños, pero todos los ejemplares MG que encontraba no valían la pena: estaban en mal estado o había alguna complicación. Pero cuando el destino se confabula a nuestro favor los milagros ocurren y los sueños se hacen realidad y así fue.
«Hace 6 años estaba haciendo una maestría y con los amigos de clases para hacer deporte nos fuimos a jugar futbol en una cancha por el valle de los chillos. La cancha era abierta sin cerramiento o mallas de protección y la consigna era que cuando la pelota se iba fuera de la cancha uno de nosotros tenía que ir a recogerla. La bola salió de la cancha y fue mi turno de irla a recoger y cuando regresaba con pelota en la mano, en una casa veo un auto tapado de tal forma que solo la cola se alcanzaba a ver. Tras años de buscar carros enseguida me di cuenta que era algo importante.»- nos cuenta Juan Carlos.
El corazón latió con fuerza, el fútbol quedó en veremos y Juan Carlos no resistió y se acercó a preguntar. «Cuando timbré, salió una señora y le pregunte por el auto y si no estaba a la venta. Me contó que era de su esposo que había fallecido y que debería conversar con sus hijos para ver si la venta era posible. Me comentó que el domingo tendrían un almuerzo familiar y que podía venir. Yo fui temprano, tan temprano que estuve esperando impaciente escondido como Sherlock Holmes a que lleguen todos los hijos antes de timbrar. Cuando mostré interés por el auto se rieron y me preguntaron para que quiero un carro que no sirve». -recuerda con asombro.
Tras negociar y finalmente hacerse del auto Juan Carlos recuerda que llamó a su primo para remolcar el carro y el aro delantero al moverse se partió y se rompió. Fue entonces cuando comprendió que el Fiat había estado parado en ese garage en un rincón por décadas. «Había estado buscando tanto tiempo un carro así que yo me lancé sin revisar demasiado. Pero sabía que quedaría como yo quería. Del pasado del carro solo sabemos que tuvo un dueño anterior, en 1970. El dueño en su crisis de los 40 compró el auto y se sentía el Robert Redford de la época. Luego un día se daño el carro y el dueño se enfermó y es así como el carro se quedó parado. se fue deteriorando por mas de 30 años. En un inicio yo pensé que no sería tanto trabajo, pero el proyecto tardó 4 años.» nos comenta Juan Carlos.
Su actual propietario nos cuenta que lo mas difícil fue encontrar repuestos y partes, y que tuvo mucha suerte de conseguir (tras 8 meses de búsqueda) a un señor que tuvo un almacén de repuestos de carros fiat en los años 70s y que tenía repuestos originales en Italia. A él le compró rines pistones, chaquetas, válvulas, sellos de válvulas empaques, etc. En este proceso de restauración de carrocería además hubieron ciertas dificultades inesperadas porque el auto venía originalmente ensamblado con soldadura blanda o estañado en los guardafangos y para poder desarmar el Fiat se necesitó de un experto muy mayor que dominaba la técnica de estañado. El fue quien desarmó el auto y luego volvió a soldar con estaño las piezas restauradas.
Este Fiat es un auto con siluetas y formas muy finas y bien logradas. Es un auto que mientras más se mira aparecen más y más detalles maravillosos de diseño. Las curvas y las líneas rectas son un espectáculo muy armónico y muy bien logrado.
El motor es un motor de 4 cilindros con 2 válvulas por cilindro, 1100 centímetros cúbicos, caja de 4 marchas en columna de dirección, tracción trasera, y alcanzaba los 143 km/h. Además tenía suspensión independiente. En el motor destacan el raro depurador con forma de tanque y filtro de corcho.
«Es un auto convertible y por ello muy entretenido. Aunque tiene los cambios al volante y tienen su maña se deja manejar, se puede disfrutar. Yo he hecho viajes cortos a Ambato, a Cayambe. El auto es muy llamativo la gente siempre te saluda. Incluso alguna vez un señor en la calle me pitaba como loco y yo no sabía que pasaba. Cuando le pregunté que quería, me dijo en media lengua italiana española: quiero ver su carro por favor. Al detenerme me explicó que cuando niño su padre alguna vez quizo un carro igual y que quería enviarle la foto a Italia. Se sentó en el Fiat, se tomó fotos, me agradeció, me dio un abrazo y me felicitó por conservarlo tan bien». – nos cuenta Juan Carlos orgulloso.
En el interior el auto es sencillo, los instrumentos ocupan un espacio muy pequeño y los botones y diminutas perillas están dispuestos junto al volante.
Este hermoso Fiat 1100 TV Transformabile de 1954 es sin duda poseedor de una sencillez y elegancia muy particular. Un auto que guarda una gran historia de perseverancia y de amor de su propietario quien supo reconocer las posibilidades de una joya que solo necesitaba a la persona adecuada para ser pulida y brillar. Una joya que merecía estar en Tribumotor contenido automotriz 100% producido en el Ecuador.