En 1956 Chevrolet bautizó a su nuevo modelo con nombre de antílope africano y lo presentó en la feria Motorama. En su momento la primera edición parecía más un Corvette de 4 pasajeros, tanto así, que muchos lo llamaban el Corvette Impala. Un auto que cumplía con las características de rápido y ágil que además pronto saltó a la cima de las listas de ventas. Para 1958, el primer año de producción del Impala, era un Bel Air especial y de primera línea, disponible solo como cupé o descapotable. No fue sino hasta 1959 que el Impala se convertiría en una serie en sí misma y se ofrecería como un coupé deportivo, sedán deportivo, sedán de 4 puertas, descapotable o camioneta. El modelo rediseñado en 1961 mostró un casco conservador con un diseño más cuadrado, dimensiones más ordenadas y un nuevo estilo de cuerpo alargado hacia la cola. En esta edición de Tribumotor te contamos la historia de este hermoso Impala Sport Coupé Hardtop que asombra a propios y extraños por su exclusividad y elegancia.
Esta elegante máquina fue traída al Ecuador por un agregado militar de la embajada americana, específicamente por un piloto de la USA Airforce. En 1964 el piloto es requerido para ir a combatir en Vietnam y el auto es vendido en Ecuador a un señor de apellido Proaño. «El señor Proaño lo tuvo durante décadas y en ese auto conoció a su esposa, viajó en familia, tuvo a sus hijos, recorrió el Ecuador y por último por situaciones personales tuvo que vender el vehículo. Hace 9 años yo le conocí y el auto estaba bastante recuperable pero no se dio la compra en ese momento, no llegamos a un acuerdo. Años después vi que nuevamente seguía de venta así que me animé a llamar nuevamente y le convencí al dueño de negociar y que me venda. Llegó a mis manos hace 7 años. El auto no prendía, estaba quemado el alternador, así que llame una plataforma y lo traje a Quito porque el auto estuvo en Conocoto. Ingresó al taller de un amigo y logramos arrancarlo y empezamos a restaurarlo.» – nos cuenta Juan José Ríos su actual propietario.
Este hermoso Impala lleva un motor original 283 small block Chevy, caja Power Glide original de 2 marchas, tiene barra de levas mejorada, cabezotes 9.5:1, inyección Fitech, está vestido con Edelbrock, ,suspensión suspensión Hutchens, discos a las 4 ruedas wilwood ventilados y ranurados. Si bien tiene todas esas mejoras la mayoria de sus partes son originales. Su dueño conserva los aros originales y le ha colocado estos aros actuales que lucen bien y le dan un toque mas deportivo.
Definitivamente impacta en el Impala corroborar que tiene sus interiores originales, asientos, alfombra, panel, botoneras, instrumentos, consola, cromos, espejos, volante, inclusive el techado interior estrellado tan finamente diseñado. Los detalles son exquisitos, las texturas biseladas perfectamente trabajadas en el panel y gabeta asemejan la calidad de detalles de un Mercedes o cualquier otra marca de lujo de la época. Por donde uno mira encuentra ese toque nostálgico de elegancia que tenían los autos de los 50s y 60s de la marca Chevrolet.
» Tengo que agradecer a José Antonio Mateus y a Carlos Ayala porque ellos son dos grandes amigos quienes me ayudaron con sus consejos y su conocimiento en el proceso de restauración. Solo por ellos pudimos lograr lo que es el auto hoy y además por el gran apoyo de mi novia Magus Flores.» nos cuenta emocionado Juan José.
Hay muchas razones para emocionarse y sentirse orgulloso porque el auto luce tan maravillosamente bien que roba miradas por la calle y nos transporta al pasado. Uno no deja de pensar como debió haber sido verlo en los 60s y cuántas cabezas seguro giraron para poder contemplarlo rodar en las carreteras de nuestro país.
El auto ha salido en comerciales de televisión locales, hace poco fue incluido en una campaña de Coca Cola y también fue portada de la web de Classic Industries en Estados Unidos, una tienda especializada en donde su propietario compraba partes regularmente. Un día recibió un correo en dónde le consultaban para qué tipo de auto estaba comprando los repuestos. «Cuando les comenté de mi carro y les envié una foto se quedaron encantados, lo escogieron como portada de su página web. El auto para mi es mi mimado, mi consentido y es uno mas de la familia, todos le queremos al auto. Estar tras el volante es vivir en el pasado y transportarse a los 60s y disfrutar esa experiencia que no muchos pueden disfrutar». nos cuenta Juan José
Cuando preguntamos por la caja de 2 marchas Juan José nos cuenta que la primera marcha es larga y llega a 50 millas y la segunda marcha llega hasta la velocidad tope. Es si se puede decir una «marcha de fuerza» y la segunda una de velocidad. En realidad las cajas Power Glide son muy buenas cajas y se las conoce por ser indestructibles. Los americanos las apodaban ancla de bote por su durabilidad y peso.
Este hermoso auto merecía un lugar en esta galería de Tribumotor, en la que los mejores autos del Ecuador tienen su espacio. Tribumotor contenido automotriz 100% producido en Ecuador.