Las apariencias lo son todo cuando se trata de autos antiguos. Y el diseño del Saab 96 con seguridad explica mucho sobre su popularidad o la falta de la misma entre los coleccionistas y entusiastas. A diferencia de gran parte de su competencia contemporánea, el 96 no estaba realmente destinado al deporte. Se suponía que era un automóvil familiar en escencia y como tal, tenía que tener un asiento trasero funcional y además un maletero de tamaño decente. Aun así, el éxito del Saab 96 en el rally y en los circuitos del Ecuador y el mundo fue innegable y no se debió a la fuerza bruta, sino a la capacidad de mantener el agarre y la compostura en superficies resbaladizas como tierra y nieve.
La primera versión del Saab 96 recibió un motor de dos tiempos que finalmente fue reemplazado por un V4 de cuatro tiempos en 1966. Así se mantuvo durante 20 años desde su debut en 1960 vendiendo mas de de medio millón de unidades. Podría decirse que los puntos fuertes y característicos del Saab 96 son el motor y la transmisión.
Este hermoso Saab 96 de 1974 lleva un motor V4 de 4 tiempos y 1700cc, caja de 4 velocidades en columna de dirección. Mecánicamente tiene algunas mejoras: árbol de levas especial, cono y corona mejorado, distribuidor metálico, cigueñal nuevo, refuerzo en amortiguadores (Bilstein), tablero réplica del Rally Montecarlo.
Estos hermosos autos tenían una incipiente caja semiautomática especial llamada FreeWheel que evitaba que el motor se quede sin aceite en el motor de 2 tiempos. Sin embargo, Saab decidió mantener intacta la rueda libre del tren motriz de dos tiempos para su modelo V4 de cuatro tiempos.
Su propietario nos cuenta que el auto perteneció a Alfonso Darquea y luego a Arthur Pins antes de quedar en sus manos. «Es una relación amor odio con el auto porque es muy entretenido manejarle, divertido, frena muy bien, curva bien, pero es muy complicado manejarlo en el tráfico. «- nos comenta.
Su dueño nos da testimonio además que en el Rally de clásicos en Ambato hace pocos años el auto se comportó de maravilla. «me asombró mucho sentirlo saltar y elevarse por los aires. El Saab 96 no es un auto para una persona que no tiene experiencia en restauraciones, porque no hay casi repuestos y mantenerlo en buen estado cuesta. Pero es un auto con muchísimo carácter que se disfruta tanto, vale la pena.»
Una maravillosa máquina sin duda uno de los mejores 96 del país sino el mejor. Un auto que merecía de sobra estar en esta nueva entrega de Tribumotor: contenido automotriz 100% producido en Ecuador.