En el mundo de los automóviles, no todos los modelos de Mercedes-Benz son iguales. Pocos destacan tanto por su exclusividad y belleza como los grandes cupés y descapotables W111. Estos autos lujosos no solo ostentan un diseño atemporal, sino que también están respaldados por una ingeniería confiable que ha resistido la prueba del tiempo durante más de 60 años.
Son máquinas que emanan un aura de prestigio y altivez, orgullosos de su legado y su historia, permaneciendo sólidos como rocas en el panorama automotriz. Si existe un Mercedes célebre en Ecuador, sin duda, es el 250SE que condujo «Luis el loco Larrea, el auto de este reportaje».
Te invitamos a conocer la historia de este maravilloso auto que es uno de los más hermosos Mercedes del país.
La leyenda cuenta que el «Loco» Larrea trajo al Ecuador este hermoso 250SE con el que corrió El Campeonato Bolivariano, las 6 horas en Colombia, las 6 horas en Perú, entre otras. El auto compitió en eventos deportivos entre el 18 de abril de 1967 y el 7 de diciembre de 1968.
Hablar de «El loco Larrea» evoca al pionero del automovilismo en Ecuador. Y hablar de este Mercedes no es solo hablar de un automóvil histórico, sino un ícono que ha sido meticulosamente preservado y restaurado por su actual propietario. Este vehículo es un fragmento invaluable de la era dorada del automovilismo en Ecuador y de Latinoamérica.
Es impresionante que un coche que compitió durante casi dos años mantenga tantas piezas originales de la época y que haya sido restaurado con tanto cuidado. Hoy en día, este Mercedes es uno de los mejores w111 del país, sigue siendo imponente y es un testimonio vivo de la calidad y el rendimiento que la marca de la estrella ofrecía en los años 60 y 70. La fiabilidad de la mecánica de los w111 fintail en competencias de Europa, Austraila y Sudamérica fue seguramente la razón por la que un campeón nacional como Luis Larrea decida poner sus ojos en un Mercedes de lujo para competencias. Y vaya que no se equivocó.
El famosísimo Paul Brack, que diseñó el Pagoda, diseñó también este hermoso coupé para Mercedes y desde entonces ha sido considerado una joya del mundo automotriz. Al país no llegaron muchos coupes de la carrocería w111 versión americana, poquísimos autos para mercado latinoamericano y mucho menos con caja manual. Meticulosamente ensamblado, lujosamente decorado y repleto de sólida ingeniería.
Su dueño actual nos cuenta que lo veía cubierto y estacionado en un parqueadero de Teleamazonas durante muchos años. «Siempre que subía a mi casa, veía la figura del auto bajo una cubierta de lona. Un día que pase vi que era un coupé. Me arriesgué a parar y hablar con el dueño, Eduardo Granda G. Me atendió en su oficina en el canal 4 le dije que quería comprar el auto y el le puso un precio. Inmediatamente accedí sin saber en qué estado estaba. Así comenzó mi aventura con este bólido«
Tras años de restauración y amor por recuperar cada detalle del auto el auto luce así: increíble, perfecto.
Los detalles al interior nos hablan de una fiesta de lujo a la que pocos pueden ser invitados: impecables maderados, cromo por todas partes, baquelita y un renovado cuero italiano.
En su mecánica es donde la magia cobra vida. 150 Caballos en un motor 2496cc. Caja manual de 4, inyección mecánica Bosch. Frenos de disco delanteros y traseros.
Un auto excepcional, con una historia local única que merecía estar en esta entrega de Tribumotor.
Agradecemos especialmente a las personas que colaboraron con este reportaje y su investigación: Carlos Larrea padre e hijo, Juan Pablo Palacios, Jorge Manosalvas, Alexandra Correa Plaza.